![]() |
"It's about how hard you can get hit and keep moving forward..." |
Debí ocultar mi entusiasmo porque, aunque mesurado, para mi novia no pasó desapercibido. Me respondió con “bueno, estos asuntos toman muchísimo tiempo, como dos años... falta mucho para que recuperes tu casa”.
Entiendo y comparto su escepticismo hacia el modo en que funciona el sistema en México: siempre en contra de sus ciudadanos y a favor de los delincuentes (habría que ser absurdamente ingenuo para no notarlo). Quizá fue una tentativa sincera de su parte por hacerme aterrizar al mundo real y no hacerme ilusiones. Pero debo admitir que el comentario me pareció ofensivo dada mi situación. Casi como si le enfadara que, por fin, algo se diera a mi favor.
Quiero dejar claro que no espero apoyo moral de nadie. Eso es algo de lo que he podido prescindir con relativo éxito. Creo que la gente en torno nuestro no está obligada a simpatizar con nuestras tragedias ni tomar partido en ellas. Pero también creo que así como se abstiene de una intervención positiva, debería ahorrarse el comentario ambiguo o la injuria abierta. Ambas están de más.
Pero lo inusual fue mi reacción. Antes me hubiera sentido sumamente agraviado y hasta traicionado, rumiando las repercusiones de dicho comentario. Esta vez me comporté abiertamente indiferente (que no ofensivo) hacia ella durante el resto de la conversación sin siquiera enojarme. Y a diferencia de anteriores desencuentros ahora no sentí culpa alguna. Solo confirmé que vivimos en un mundo donde elegimos descartar toda esperanza aunque ésta tenga fundamento.