lunes, 15 de octubre de 2012

El adversario.

"Ninfas y sátiro". William-Adolphe Bouguereau.
Cualquier necesidad no satisfecha se convierte en una carga, algo que estorba. No se puede reprimir así que se debe regular. Y me sorprende que esto último no me ha costado trabajo durante diez días.

Es imposible suprimir un impulso básico como comer o respirar. Sin alimento u oxígeno el cuerpo muere (obvio). Hay otros impulsos cuya insatisfacción solo producen una aguda ansiedad y ocasionalmente, frustración. Pero se puede prescindir de ellos y el cuerpo sobrevive.

No es que haya renunciado del todo a ese aspecto. Pero por mientras es mejor descartarlo para evitar el conflicto que causa. Porque es incómodo aspirar a algo que por el momento no es factible.

"Suprimir el deseo equivale a suprimir el sufrimiento". Parece que también tiene aplicación en lo físico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas más leídas