lunes, 30 de octubre de 2017

Mundo alterno.

No me había dado cuenta que llevo una vida alterna en mi imaginación. Parto de las situaciones reales y las reinvento como imagino debieron ser. Como retocar la escena de un guión, corrigiendo una y otra vez hasta quedar una descripción redonda. Me regodeo en ese proceso creativo, regreso la película y repito la escena añadiendo o quitando. No soy un hombre enjuto sino bien formado. Inmune al ridículo y al escarnio. No cometo errores. Mis interacciones son exitosas y acertadas. Abunda la luz, el color, el bienestar. En ese mundo alternativo encuentro la satisfacción ausente en el mundo gris que habito. Un oasis dentro del existir monótono, de emociones apagadas o de fastidio, de hartazgo de ser lo que soy.

sábado, 21 de octubre de 2017

Mala memoria.

Desde hace un par de años estoy obsesionado con mi mala memoria. No sé si obedece a falta de atención o a un deterioro, pero me preocupa que sea esto último. A veces siento que es una cuestión de economía: la mayoría de la información que recibe mi cerebro me parece tan banal que no merece ser recordada. Pero ese hábito de descartar información inútil incide negativamente en mi capacidad de recordar lo que sí es importante. En consecuencia, cuando alguien me da un dato que sé que es relevante, por lo general se pierde en la nada, aunque le haya puesto atención.¡No está! O doy con él después de forzar a mi cerebro a recordar.

Y a pesar de haber forjado el hábito de la lectura, es poco lo que retengo. Mi memoria es deficiente, es como si hubiera una telaraña ahí dentro que entorpece todo y acapara el espacio destinado a información vital. A veces leo un párrafo y de inmediato he olvidado lo que decía. Entonces debo releerlo e intentar asimilarlo. Es desesperante.

Podría lidiar con ello si solo me afectara a mi, pero ya me estoy ganando fama de distraído. Y es peor mi flaqueza ante una situación tensa o de estrés. En vez de agudizar mi atención, se ofusca, y mi conducta (pensamientos y acciones) es la de un autómata, que se topa con pared y da media vuelta para topar con la pared contraria. Me da la impresión de que tratar conmigo implica para otros un esfuerzo de paciencia.

De todos modos no dejo de leer ni de ejercitar mi concentración. Sería peor si no lo hiciera.

sábado, 14 de octubre de 2017

Defenderse.

"Straw Dogs", 1971.
Ingresé un comentario en un sitio de consultas legales. Apuntaba no a los aspectos "técnicos" sino a los psicológicos: cómo evitar el pánico ante un escenario contencioso como una audiencia. Si el gasto emocional ya resulta enorme para una persona normal, cuán agobiante será para un socio fóbico. El sistema penal, como maquinaria despiadada, no considera este factor y no tiene por qué hacerlo. Pero en asuntos de esta calaña es crucial no flaquear ni mostrar atisbo de debilidad.

Si acaso alguien enfrenta la desdicha de atravesar por algo similar, aconsejaría adiestrar su soltura lo más posible. Es esencial foguearse en el mundo real (los ensayos mentales no cuentan) para ganar confianza y entereza. A pesar de ser una víctima, el enfrentamiento es contra los agresores y contra el sistema. No hay asesoría que prepare a la víctima para hacer frente a eso. Independientemente de cómo vayan a resultar las cosas, la desesperanza no es una opción.

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