"...Soy una roca,
soy una isla..."
Desde hace 5 años adopté la costumbre de realizar un balance anual sobre mi vida en general. Este año decidí dejarlo de lado; no se puede recapitular mucho de un año desperdiciado. Pero de repente me golpeó un pensamiento: este año no recibí ni un solo abrazo. No tuve una charla personal, cara a cara, con nadie.
Y no me siento mal, pero ser consciente de esto me sorprendió. Nunca imaginé que llegaría a ser tan insensible. Ni hablar ya de un beso, u otras cosas más íntimas. Jamás he tenido experiencias de este tipo y si no las busqué de joven, mucho menos ahora. A últimas fechas se me han presentado oportunidades de noviazgo que antes me hubieran hecho alucinar. Ahora no creo en ellas, no significan nada.
Todas esas experiencias que antes deseaba y me parecían imposibles, ahora son impensables. Inaccesibles o no, no me interesan ya.
Así son las cosas. Lo que me mantenía emocionalmente vivo ya no está; lo perdí todo hace ya casi 6 meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario