Lo siguiente se lo dediqué a los usuarios de un foro, en Noviembre del 2008:
–¿Se rinden tan fácil?
Espero que para cuando escriba esto no sea demasiado tarde y lo tomen en cuenta:
Pensarán que no comprendo por lo que están pasando. Pero todos ustedes se encuentran en la mejor etapa de su vida. En el fondo ustedes quieren vivir. Lo que no quieren es sentirse mal. Pero que aún sigan aquí es una ventaja, y habla bien de ustedes, porque quiere decir que aún no se han dado por vencidos del todo. Ahora son conscientes de que la vida no resultó ser como esperaban. Y ustedes se sienten impotentes ante ella, que no pueden cambiar su situación, e incluso cada día están y se sienten peor. Ya intentaron soportarse en Dios, y no funcionó. Y siempre que le confían a alguien lo que les pasa, sólo reciben un: "!Pus échale ganaaas...!". Todas las palabras bonitas suenan ya vacías. Y cada día que viven les pesa como una loza, porque ya saben que al día siguiente les espera lo mismo.
Y entonces ustedes contemplan el suicidio, convencidos de que no hay otra salida... Eso cualquier cobarde lo hace. Pero ustedes no lo son, puesto que, con todo lo que están pasando, siguen aquí. Es un buen momento para uds, porque la vida los ha puesto de rodillas y en una situación en la que pueden elegir: 1) O "terminan el viaje" y lo interrumpen, o 2) Aceptan el reto que la vida les ha puesto enfrente, luchan por ustedes mismos y se reconstruyen. Yo digo que elijan lo segundo. Sé que no es cosa fácil, y que escuchar esto genera desánimo. Pero si ya han pasado por tanto, si ya la vida se ha ensañado con ustedes tanto, si se ha perdido todo... ¿Qué pueden perder ya? Piénsenlo.
Y vean también lo fuertes que son: Por cuánto dolor han pasado, cuántas adversidades los han atravesado, y sin embargo... siguen aquí. La vida no ha podido con ustedes. Es más, ustedes no se han dado cuenta, pero una vez que atravesaron por una situación terriblemente dolorosa, ustedes se volvieron más fuertes. Sé que no lo ven así, pero si volvieran a enfrentar las mismas situaciones, ya no resultarían tan devastadoras; esa fortaleza interior se haría presente en el momento justo. Ustedes son Guerreros Caídos, pero no vencidos. Las caídas son aprendizaje y sirven para levantarse. Por eso dijo un filósofo (Nietzsche): "Aquello que no nos mata, nos hace más fuertes".
Hay otra frase (no recuerdo el autor) que dice más o menos así: "Comprometerse o morir". Es donde se encuentran ustedes, en una etapa en la que pueden elegir "la salida fácil", le ponen fín al asunto y termina todo. Pero si eligen vivir, deben comprometerse, no con la vida, sino con ustedes mismos. Luchar por ustedes, sacarse adelante, y ¿porque no?, desafiar a la vida y ponerse a prueba de nuevo.
¿Que no tienen la voluntad? Si la tienen, pero está dormida y deben activarla de nuevo. Deben obligarse a sí mismos, porque nadie lo hará por ustedes. Comiencen por lo pequeño: levantarse temprano, hacer ejercicio, salir a caminar, a entablar de nuevo contacto con la gente, aunque resulte incómodo. Toman aire, se relajan, y se dicen a sí mismos: "No quiero estar así, ya me cansé de vivir así. Hoy, voy a realizar esto (lo que ustedes elijan), a fin de cuentas ya no tengo nada que perder". Talves esto no garantice que se sentirán mejor, pero deben empezar por algo, para despertar su voluntad, poco a poco. Infórmense en internet: Resciliencia, Tanatología, Crisis del Cuarto de Vida, etc.Esto es lo que deben hacer en el mundo exterior (bueno, es lo que yo les sugiero).
¿Que no se sienten capaces de llevar a cabo algo? Que se sientan incapaces no quiere decir que lo sean. Antes de dar algo por hecho, inténtenlo. Eduquen su mente, no permitan que se dispare. A veces la mente es nuestro peor enemigo y justo cuando queremos salir adelante, nos inspira ideas pesimistas y negativas. Practiquen algún tipo de meditación, aprendan a cuestionar sus temores, no cedan ante ellos, desafíenlos. Aprendan a ver las cosas en su justa proporción, sin magnificarlas. Adversidades realmente fuertes son pocas en la vida y pasan pronto. Reflexionen que no es tan importante lo que nos pasa, sino el significado que le damos. Eso es lo que sugiero que podrían hacer en el interior. Y asi, cada vez que la vida les ponga una adversidad enfrente, en vez de asustarse, vencerse y ceder, la aprovecharán para crecer internamente.
Yo sé que no importa cuando diga aquí, es insuficiente; los consejos rara vez sirven, son vagos y ligeros, y a fin de cuentas solo palabras. Pero créanme que lo he escrito con la mejor intención, tratando de ofrecerles alguna idea que pudiera servirles. Recuerden que antes que nada, solo se tienen a sí mismos y si no se levantan, nadie lo hará por ustedes. Y al final todos nos levantamos porque somos Guerreros.
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