miércoles, 15 de abril de 2015

La suave brisa de la discreción.

Discreción: cualidad de una persona que se caracteriza por su moderación, prudencia y sensatez.

En todo este tiempo interactuando con "S" y su madre, casi podría deducir una suerte de fórmula, no ya para granjearse amigos o aprobación, sino para no resultar desagradable, que ya es mucho, y tener la conciencia tranquila. Simplemente, no estar jodiendo a la gente.

Me sorprende que este par no lo vea. ¿Es tan difícil? Si lo entendiera no experimentaría tal rechazo. Pero creerse "carismático" y asumir ese rol de "mira cómo te caigo bien a fuerza" son actitudes chocantes.

En cambio, es refrescante estar cerca de alguien contrario a eso; con la certeza de que no hará comentarios ni insinuaciones maliciosas; que no difama siempre que puede, en ciega rabia por una vida insatisfecha; que no se empeña en forzar un diálogo que solo le satisfará a él; que no intenta manipular disfrazando órdenes de peticiones; que no se cree mejor que los que le rodean; que no se queja constantemente; que no interroga sobre cuestiones íntimas; que no usa chantajes materiales para amordazar al obsequiado ante posteriores abusos; que no critica ni juzga presumiendo honestidad; que guarda sus distancias y se conduce con reserva.

Querida "S" y compañía:

No regalen objetos materiales; la gente no necesita regalos sino respeto. La gente toma lo que le dan y se va, por que no le ofrecen lo esencial.

No se empeñen en "caer bien" pretendiendo ser de "mente abierta" aludiendo al sexo con morbo y vulgaridad; es de mal gusto y desagradable.

No se metan en lo que no les incumbe. Supriman su curiosidad simiesca y aprendan que abordar cuestiones personales requiere respeto y tacto. No realicen preguntas que incomoden y no insistan en obtener una respuesta. No sean bestias.

No se jacten de ser educadas. No lo son. Una carrera trunca y un oficio no hacen una educación. Saber algo sobre un par de temas y recurrir a ellos hasta el cansancio no implica educación. La educación también comprende buenos modales, algo de lo que carecen en absoluto. Pueden civilizarse si se reconocen obtusas e innobles; la honesta auto-observación les conducirá a un cambio real.

No presuman virtud. Si fueran virtuosas sus vidas serían distintas y no se estarían quedando solas. Más bien confronten lo que realmente son y dejarán de ser ejemplo de algunos de los peores defectos de la humanidad.

No acusen sin fundamento. No excusen su ruina en que les han hecho "brujería", "mal de ojo" o son víctimas de la envidia (¿de qué?). Reconozcan que gran parte del "mal" en torno a ustedes proviene de ustedes.

Simplemente, no estén jodiendo a la gente.

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