Estuve pensando mucho en si debía escribirte esto o no. Tan dudoso estaba que le confié un par de líneas a un amigo para ayudarme a decidir y me dijo que no lo hiciera. Que se leía muy dramático, muy cursi, etc. Aún así he elegido ser fiel a mí mismo y hacerlo a mi modo.
Sabes que lo que siento por ti es muy intenso. Te confieso que en un principio no era así, y tampoco imaginé que me moverías tanto la psique. Pero en un momento dado, algo hizo click en mi cerebro y me enganché contigo. No lo creerás, pero prácticamente has puesto mi mundo interior de cabeza. Esto nunca me había pasado. Fue un proceso complejo. Reconozco que inicialmente opuse resistencia, no por desinterés o falta de atracción por ti, sino porque en verdad no creía mi fortuna: la de conocer a una mujer excepcional como tú y entablar una relación con ella.
Sin embargo, y no me lo podrás negar, ya no sientes lo mismo que en un principio. ¿En qué me baso para suponer esto? Ya no respondes igual a mis palabras de afecto. Los elementos digamos «intensos», antes tan presentes en cada conversación, ahora están completamente ausentes. Creo que habernos conocido en persona fue, si no satisfactorio, suficiente para ti y estás conforme: por fin nos conocimos y estuvimos juntos. Pero quizá no te atreves a decírmelo para no lastimarme, así que me sobrellevas pacientemente con la esperanza de que mis sentimientos por ti se desvanezcan poco a poco hasta que finalmente sea yo quien se aleje.
Cuando te dije que te sentía distante, no me equivoqué. Si bien seguimos en contacto, compartiendo tiempo y detalles de nuestras vidas, evidentemente ya no hay ese interés de meses atrás. Debe haber cosas que no te gustaron de mi y no me has confesado, aspectos por los cuales has marcado tu distancia procurando que no sea muy notorio. Pero es imposible no darse cuenta.
Tendré poca experiencia y conocimiento en cuanto a relaciones, pero es evidente cuando alguien no siente realmente lo que expresa. Así que preciosa, no tienes por qué decirme que me amas si no es verdad. No es necesario y comprendo perfectamente que las cosas cambian. Sabes que jamás haría un drama y mucho menos me enfadaría contigo si me dijeras lo que realmente sientes. Además debe ser muy pesado para ti aparentar, y lo que menos quiero es ponerte en una situación complicada. Como bien has dicho, bastantes problemas nos presenta la vida como para que uno mismo se invente más.
Quiero puntualizar algo muy importante: en ningún momento te estoy reprochando ni acusando de nada. Sería incapaz de eso. Por el contrario, te agradezco mucho. Por ti he re-descubierto la capacidad de entregarme y amar. Reavivaste en mí esa llama, esas ganas de romper mi encierro interior, decir Te Amo, y demostrarlo. Y qué mejor que haya sido contigo y gracias a ti, una mujer sensible, tierna y madura que nunca me ha juzgado mal a pesar de conocerme mejor que nadie. Desde que te conozco he cambiado mucho y para bien. Soy más abierto, seguro de mí mismo y me siento mejor. Y tengo la esperanza de que a su vez, algo bueno te haya dejado el haberme conocido.
Así que desecha cualquier indicio de culpa si lo hay. Recordemos que fui yo quien rescató nuestra amistad cuando ya la habías dado por terminada. Desde ese momento, soy el único responsable de tu fastidio y mi consternación. Te ofrezco una disculpa por haberte puesto en una situación difícil. Créeme, lo que menos quiero es obstaculizar tu felicidad. Estoy seguro que extrañas tu soledad y espacio, pero no me lo dices ya sea por pena o temor a que me lo tome a mal. Preciosa, no hay tal.
Con respecto a lo más externo, tengo que ser realista: mi nivel económico siempre ha sido, digamos, austero y queramos o no, ese aspecto es importante (en mis fantasías coqueteé con la posibilidad de vivir juntos). Psicológica y vivencialmente me llevas mucha ventaja, y te he de causar una impresión un tanto pueril al ser nuestros grados de madurez dispares. Ni mencionar otros aspectos en los que resulté un verdadero desastre, debido a mi inexperiencia. En síntesis, no estoy a tu altura en ningún sentido y lo sé muy bien. Pero estas cosas no me las vas a decir por no herir mi orgullo u hombría.
No sé cómo tomarás esto; quizás sea lo más absurdo que he escrito, pero también lo más honesto y espero que nos libere a ambos. Tengo que liberarte de mí y diluir este amor a un sentimiento de amistad. Pero no olvides que nunca dejaré de tenerte cariño y siempre tendrás en mí a un amigo.
Mi querida "Y", creo que ya te lo puedo decir sin que signifique una carga para ti:
has sido el amor de mi vida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario