Si algo ha "nutrido" mi diario estos últimos dos años ha sido mi experiencia con "S". Puede ser patológico porque actualmente consume la mayoría de mi tiempo y energía. Creo que polarizar la vida entera a un hecho particular es poco sano; se supone (y es posible) que la vida tenga múltiples aspectos que la enriquezcan.
Me sirve de espejo, lamento la redundancia, una prima de "S" que se dedica cien por ciento a su trabajo. Solo habla de los triunfos y complicaciones de su profesión, y aunque tiene algún "hobby" interesante, poco habla de él (quizá sea algo para ella muy vital que prefiere reservarse), hablando con pasión monótona de sus faenas de oficina. El resultado, un ser hueco y mono-temático con el cual no se puede hablar de otra cosa que no sea su ocupación.
Desde un enfoque mundano, esto es la norma. Por lo general es nuestro oficio (o su ausencia) lo que nos define y se espera de nosotros que todo nuestro ser sea absorbido por él. Para mí equivale a convertirse en un organismo autómata que se dedica por completo a una sola actividad (que no un propósito, que otorga vida a quien se consagra a él). En este caso, no digo que trabajar afanosamente sea malo; finalmente otorga una vida digna y productiva. Lo que me parece inadecuado es abandonar inquietudes e ideas diversas por ello.
Lo terrible es que todos incurrimos en lo mismo. Yo no dejo de diseccionar mi relación con "S" a modo de antídoto para blindarme de ella; ejercicio insano teniendo la opción de disolverla. Estrechar la atención a un solo punto no se le puede llamar "actividad". Más preciso es nombrarlo vicio, que envenena y corroe. La diferencia es que estas constantes anotaciones aquí resultan algo terapéutico y por ende necesario: evitar que mi mente se arruine al contacto de influencias groseras y pobres. Contrario a la práctica de "S" y su madre de criticar compulsivamente a propios y extraños, por matar el tiempo y alimentar una ilusión de superioridad. Jamás se cuestionaran lo que hacen; de hecho se regodean en ello, y sin ello nada tienen. Al menos, desde mi declive aún aspiro a mejorar lo más posible, consciente de que no lograré mucho.
sábado, 24 de enero de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas más leídas
-
Ignoro quién sea su autor pero esta imagen (o texto sobre fondo negro) resume la actitud que a veces estamos obligados a asumir. Sop...
-
I. Estoy en mi cuarto, escribiendo naderías en un viejo cuaderno en espera de que la batería del celular se haya recargado al 100%. Es un ...
-
Desde abril se han ido postergando los trámites y audiencias que ya tendrían que haber ocurrido para inicios de este octubre. El abogado pre...
-
Esta entrada es una apostilla a la anterior. Quiero aclarar que mi catarsis no proviene directamente de la enfermedad que consum...
-
Por puro ocio se me ocurrió teclear en la búsqueda de FB mis propios apellidos. El buscador de esa red social muestra resultados variados de...
No hay comentarios:
Publicar un comentario