"Amor, siempre contarás conmigo..."
"Y", un Domingo 30 de Enero de 2011.
"...¿Te confieso algo? A veces me haces falta. Como que me siento vacía cuando no sé de ti... estoy loca, ¿cierto? Te siento como parte de mi. Y cuando no sé de ti se me vienen muchas cosas a la mente.
Me siento muy orgullosa de tenerte a mi lado..."
"Y". Sábado 19 de Febrero de 2011.
"– Mi amor, si llega el momento en que encuentres a alguien que te haga vibrar mucho más y dejes de sentir lo mismo por mí, por favor dímelo.
– Mi vida, ¿por qué dices eso?
– Porque posiblemente suceda amor... si dejas de sentir lo mismo, por favor dímelo, no sólo te alejes, sólo te pido eso.
– Amor, me duele que pienses eso y no se por qué lo dices.
– Si ocurre dímelo. Te juro que no haré dramas ni nada de eso. Por ejemplo, me puedes decir 'Daniel, ¿qué crees? Sé que esto será difícil, pero he conocido a alguien y me gustaría intentar una relación con esa persona'. Yo entenderé..."
Fragmento de mi conversación con "Y", del Martes 22 de Marzo de 2011.
Creo que uno de los peores sufrimientos es ver cómo un vínculo que considerabas tan sólido y profundo se desvanece como si hubiera sido un espejismo. Llegué a pedirle, a suplicarle, una explicación clara de su resuelto alejamiento y jamás me la concedió. Me ignoraba deliberadamente y jamás supe por qué (cometí un error con ella pero su reacción fue desproporcionada; en fin, ahora ya no importa). Solo me descartó como si nada. Hubiera preferido que me confesara abiertamente su desprecio; eso me habría dado paz. Pero guardó total silencio.
He enfrentado magnas adversidades que aún no supero del todo. La muerte de mi madre. La muerte de mi hermano. La nociva dinámica familiar a que nos sometió mi padre. Ese horrendo año 2004, que me hizo coquetear con el suicidio. El cargo de conciencia por no visitar a mi abuela durante sus últimos años siendo yo su nieto consentido. El sacrificio de mi más querida mascota.
Y el doloroso tránsito del amor a la indiferencia de "Y" me ha atormentado tanto como cualquier adversidad anterior. No es la indiferencia en sí lo que hiere sino de quién proviene. Ella que alguna vez aseguró quererme y juró jamás olvidarse de mi, se fue distanciando poco a poco hasta ignorarme por completo. Y esa sensación de desconcierto por perder a alguien así y sin una causa que lo justifique te destroza el alma.
Es increíble cómo cambia la gente. Un día significas todo para una persona y al día siguiente no te recuerda. Ese tipo de rupturas causan un trauma e infunden la idea de que los vínculos son inestables o falsos, lo que hace que desconfíes de cualquier persona que dice apreciarte, porque temes que de súbito te trate como si no existieras. Incluso rompe tus esquemas de lo que consideras real. Yo comencé desarrollar una desconfianza hacia la realidad misma... ¿qué certeza puede ofrecer un mundo donde lo que más valoras puede dejar de existir en cualquier momento?
No creo exagerar al decir que en algún momento crucé la frontera de la cordura a la demencia y regresé porque mi psique apenas resistió, lo que no quiere decir que se haya recuperado. Por dentro estoy hecho pedazos. Para el ojo ajeno resultará un sufrimiento absurdo e innecesario. ¡Qué fácil es mandar al diablo a quien nos da la espalda! Pero hay personas que nos dejan marcados. Ella es el amor de mi vida, mi Talón de Aquiles.
Me da risa ese consejo que siempre alguien ofrece en esa situación. "¡Pues mándalo/a al diablo! Si no le importa lo que sientes, al diablo con él/ella; no vale la pena..." Ojalá fuera tan fácil activar o desactivar nuestras emociones a voluntad; entonces todos seríamos felices. La realidad es que puedes estar peleado con medio mundo o ser ignorado por él sin que te afecte para nada. Pero si aquella persona que tanto quieres rompe el vínculo que te une a ella... eso te destruye.
Me he planteado una pregunta que me asusta. ¿Volveré a enamorarme tan intensamente de alguien más como me enamoré de "Y"? Creo que es imposible. Ella llevó mi cerebro, mi psique y mis nervios al límite. Me hizo conocer estados de obsesión, ansiedad, melancolía y desesperación tan agudos que dudo volver a experimentar una mezcla de emociones tan brutal. Simplemente mi interior no es capaz de tolerar algo más potente. Y no puede existir estímulo más violento que ella.
Estoy tan cansado... este año y medio ha sido un verdadero padecimiento. Tengo qué liberarme de esta terrible dependencia. Reconstruir mi vida y mi mundo interno. Y recuperar esa relativa paz que mi ardiente amor por "Y" me arrebató.

Me vi dudosa a comentar en algo tan personal pero,... lo hago porque me identifico por completo.
ResponderEliminarSobre todo cuando hablas de ese vínculo que se rompe y que pensaste que nunca iba a dejar de ser... Uno quiere huir de sí mismo, pero no se puede. Ni siquiera estando dormido uno encuentra paz. Uno se consume por dentro en vigilia o en sueño. Es horrible y sé perfectamente lo que estás sintiendo. No se lo deseo a NADIE. Uno no puede creer como es que alguien que te significó tanto de pronto ya no esté en tu vida... pero así es y luego pasa el tiempo y te tienes que armar de valor, girar tu cabeza, tu mirada y ver hacia otro lado, se lee estupido y discúlpame, pero es lo mejor, de lo contrario, te consumirás en tu propio tormento.
Te deseo la mejor de las suertes y que puedas superar este trauma (porque es eso, un trauma) muy pronto.
Creo que... me recordó algo muy reciente que me pasa a nivel personal... :(
Es una experiencia agobiante. Y tienes razón, no puede uno quedarse estancado en el sufrimiento. Es mejor usarlo como estímulo, pasar a través de él y trascenderlo porque no es justo ni sano vivir así.
EliminarEs hiriente construir una amistad y luego simplemente abandonarla esperando que a la otra persona no le afecte o no le importe. Pero cada quien es libre de hacer lo que quiera y no podemos forzar a nadie a permanecer con nosotros. No es fácil, pero tenemos qué dejar ir a la persona aunque nos quede esa desazón de no saber por qué decidió separarse de nosotros. Esa incertidumbre es la que más daño causa. En fin.
Agradezco mucho tus deseos y tu comentario, Ann. Te mando un saludo. :)