martes, 9 de noviembre de 2010

Demasiado tarde.

Me gustaría ser de esos que publican emocionantes artículos sobre su vida de aventuras; algún encuentro entrañable, un viaje improvisado o una nueva adquisición. ¡Que va! Soy antisocial, sedentario y austero. Prefiero enriquecer mi vida interior; vivir de dentro hacia afuera. Las razones son varias: la vida me fue orientando, poco a poco, en ese sentido; luego mi falta de iniciativa para "abrirme camino" y finalmente, cuando me vuelco demasiado a lo externo, siento que me falta algo.

Quizá no es un camino que yo haya elegido voluntariamente. Pero a estas alturas ya no puedo renunciar a él, porque en verdad me hace falta. Y cuando las cosas buenas de la vida se me presentan, esa coraza que me protege contra lo malo, se alza también contra lo bueno.

Estoy olvidando cómo vivir. Entregarme a nuevas experiencias y disfrutarlas... eso está dejando de existir para mí.

Desdeño esas bellas experiencias que ahora coloca la vida frente a mí. ¿Por qué no lo hizo antes, cuando mi espíritu aún era joven y aspiraba a conquistarla?

Vida, llegas tarde; me bastan mis pensamientos.


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