Los golpes de la adversidad son amargos, pero nunca son estériles".
Joseph E. Renan.
Aún no termina el año, pero creo que puedo darlo por concluido. Cuantificando adversidades, físicas y emocionales, me fue bien; en esto la vida nunca falla. Lo que lamento (no más que otras pérdidas que considero insuperables) es mi progresivo deterioro psicológico. Hace 8 o 10 años tuve una charla con un vago, quien se describió a sí mismo como cartucho quemado. Me parece burdo el concepto pero es acertado. En efecto, me siento como cartucho quemado.
He admitido mi ocaso y lo vivo a flor de piel porque no tengo otro modo de vivirlo. La llegada de un nuevo año ya no me inspira esperanza sino resignación.
¿Otro año más, igual que los anteriores? Bien. Estoy listo para aprovechar los contrarios que la vida me presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario