miércoles, 6 de octubre de 2010

La esclavitud del amor.

[Esto lo escribí en Marzo o Abril del 2010. Revela mi incapacidad de entablar relaciones y mi carácter anti-social. Por estos defectos lastimé profundamente a la única persona que me ha amado en mi vida. Parece que sólo le causo decepción y sufrimiento a los que me quieren, y es por eso que me alejo. Pero es algo que no podría explicarles y que no entenderían aún si lo hiciera, porque para ellas amar es algo necesario y natural, parte de la vida.

Yo ya no entro en ese mundo
].

Conocer a una persona e involucrarme con ella es algo que no acostumbro hacer. Procuro mantener mis relaciones personales "a raya" y no entablar vínculos profundos. No me gusta que entre una persona y yo haya algún vínculo emocional de por medio porque a la larga éste se convierte en una carga, una loza, al convertirme de repente en responsable de lo que otra persona sienta.

Y cuando esa persona te echa en cara cuánto te ama y sufre por tí entonces esa relación se convierte en esclavitud, en chantaje; en cargo de conciencia, en manipulación. Amar se convierte en una obligación, un compromiso, y la espontaneidad se ha ido por un tubo: DEBES ser recíproco, de otro modo eres un insensible malagradecido. La persona te echa en cara su sufrimiento para hacerte sentir culpable, mantenerte enganchado, y de repente te encuentras sosteniendo una relación porque estás en deuda. Has sido injusto, egoísta, un ser despreocupado que no toma en serio las cosas.

Tal es mi situación ahora, una relación que comienza a asfixiarme. Esta sensación de asfixia es más intensa en mí, un esquizoide que andaba libre sin preocuparse por los sentimientos de nadie. Esta nueva esclavitud me rebasa y francamente comienzo a hartarme. Yo nunca había tenido una relación formal, pero si esto es amor, esclavitud y chantaje, entonces es una trampa, una camisa de fuerza.

Pero no pienso someterme internamente. Voy a luchar contra esta relación, la soportaré lo mejor posible, con buen ánimo, sin saber qué pasará después o si terminará y cómo será cuando termine. Ya vislumbro reproches, llanto y tragedia.

Extraño mi libertad y soledad.

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